(Salsifí negro)
El salsifí es una raíz comestible, de forma cilíndrica y alargada (como la zanahoria, aunque suele encontrarse más prolongada), su tamaño oscila entre los 30 y 40 centímetros de longitud y dos centímetros de grosor, con un color exterior marrón oscuro, similar al chocolate y casi rozando el negro en función al método de obtención y manipulación de esta; para acabar en una punta afilada y de contextura interior blanco lechoso (en ocasiones grisácea) y carnosa, relativamente tierna y nutritiva. Aunque en la parte que une al tallo dispone de unas hojas jóvenes, blancas y tiernas, cuyo corazón puede ser consumido en ensalada por su sabor fino y delicado, la verdadera aplicación de esta hortaliza la tiene la raíz, que aunque presenta un sabor amargo y aromático se presta a numerosos guisos de cocina, tanto si es cocida como en jugo o salsas y frita, dando lugar a un extraordinario componente culinario.
(Salsifí cocinado al aceite de oliva, con muy similar aspecto a los espárragos).
Lamentablemente no es una hortaliza de consumo frecuente en España, no existiendo tradición en su cultivo, resultando ser una hortaliza casi desconocida para la mayoría de la gente y en el caso de encontrarse su venta, su momento de cosecha y venta se establece entre noviembre y marzo, y cuya procedencia específica se localiza en Bélgica y Francia, lugares donde su producción es más habitual y consagrada al uso culinario existiendo una apreciable demanda de esta hortaliza. Las variedades más habituales son:
- Gigante de Rusia.
- Dúplex.
- Blanco mejorado.
- Negro.
- Mammouth con flores rosas.
- Sandwich.
Con respecto a los valores nutritivos, su composición es realmente escasa y similar a otras hortalizas como la lechuga, lo que la hace muy apropiada para dietas. Contiene un 80,4% de agua, 1% de proteína vegetal de calidad media/baja, 0,99% de cenizas, 12,6% de carbohidratos (entre los que hay un 2,2% de azúcares), y un 3,2% de celulosa. Tanto la escorzonera como el salsifí poseen cualidades alimentarias muy similares, como bien cité al principio, la corteza es el factor diferenciador de ambas y similares hortalizas.
(Salsifí blanco)
El salsifí negro (scorzonera hispanica) es más habitual en lugares recónditos del centro Europa y Asia occidental, lugares donde su cultivo es habitual y muy frecuente, con piel pardo negruzca, se localizan silvestres en espacios áridos y descampados, en España se puede localizar en lugares con estas características y generalmente hay constancia en Castilla, Aragón, Cataluña, Andalucía y Extremadura principalmente. Mientras que el salsifí blanco (tragopogon porrofolius) posee una corteza más marrón que negra, es una hierba bienal, muy adaptada a los rigores del invierno, con capacidad para alcanzar el metro de altura, de estructura lampiña, hojas lineales y enteras.